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Los errores de medicación son uno de los eventos adversos más prevenibles que comprometen la seguridad del paciente. Éstos pueden suceder tanto en los hospitales como en las farmacias y en casa.
Hace falta que el paciente conozca con exactitud todos los fármacos que toma ya que éstos pueden ocasionar daños muy importantes. En caso de duda, tiene que preguntar al médico, a la enfermera y al farmacéutico, si hace falta.
No arriesgue con los medicamentos que toma: - Si está tomando vitaminas, hierbas, complementos dietéticos y otros fármacos que puede comprar sin receta (aspirinas, laxantes, jarabes para la tos...), hace falta que lo comunique a su equipo médico.
- Comunique si tiene cualquier alergia o problema con algún medicamento.
- Haga saber al médico si está embarazada o cree que podría estarlo. Los daños podrían ser irreversibles para el feto.
- Informe al personal médico que lo atiende si sufre alguna enfermedad crónica como diabetes y presión arterial alta.
- Si no le queda claro cómo tomar el medicamento, pida a su médico que le escriba en un papel cómo hacerlo, a qué hora y la duración del tratamiento.
- Pregunte cuáles son los efectos secundarios del fármaco y qué hay que hacer en caso de que se presenten.
- Sobre todo, lleve encima una lista de todos los fármacos que toma (recetados o no), vitaminas, suplementos dietéticos y otros.
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